5 octubre 2024

Miriam Cortés: ‘los hombres deben apoyar la igualdad como nosotras si quieren dejar una sociedad sana a sus futuras generaciones’

PAULA ZORITA

Hoy conocemos a la tercera de las mujeres que el Ayuntamiento galardonará hoy en el Liceo por el día de la Mujer Trabajadora. Una salmantina de acogida que lleva el nombre de nuestra ciudad como si fuese suya propia, porque aquí está su familia y porque abandera una de las instituciones más importantes y que caracteriza a una ciudad como Salamanca, que sin duda es la Universidad. Miriam Cortés es la rectora de la Universidad Pontificia de Salamanca, y desde hace más de veinte años está vinculada de manera profesional a esta entidad.

Al igual que las otras dos galardonadas, María Ángeles Ruano e Isabel Martín, Miriam es ejemplo de superación y de constancia, de trabajo y buen hacer dentro de una institución de relevancia como es la Pontificia. En Salamanca Buenas Noticias hemos querido aprovechar la ocasión para conocer de cerca el perfil de esta mujer…

P.Z: Miriam, antes de nada, me gustaría saber cómo te sientes después de saber que vas a ser galardonada por el Ayuntamiento en el Día de la Mujer…

M.C: Siento mucha ilusión, soy salmantina de acogida… nací en Galicia pero llevo aquí veintitantos años y mi familia es ya salmantina, me siento también de aquí. Que una ciudad como Salamanca me reconozca me hace muchísima ilusión porque quiero mucho a esta ciudad y su provincia. También por tener la oportunidad de compartir el galardón con dos mujeres de bandera de Salamanca como son María Ángeles e Isabel cuya labor social es encomiable. Por otro lado es muy importante para mi porque somos tres mujeres y hay mucho camino por andar para que tengamos las mismas oportunidades en todos los ámbitos y por tanto creo que esta iniciativa del Ayuntamiento es muy importante para visibilizar mujeres y modelos para que sobre todo las jóvenes y niñas vean que hay mujeres que con su trabajo y su esfuerzo diario han superado barreras y han llegado a donde han querido.

P.Z: Sigue existiendo una diferencia importante a la hora de ocupar cargos de relevancia como es tu caso, Miriam… En tu caso, trabajas desde una parcela importantísima de la sociedad, que es la educación… ¿cuáles son las claves en tu opinión desde vuestra posición para que cada vez sea menos esa desigualdad?

M.C: La educación es la clave. Se ha avanzado mucho en igualdad, no podemos negarlo y nos tenemos que felicitar como sociedad por ello pero nos falta mucho camino por andar, falta conseguir una real igualdad de oportunidades y falta sobre todo radicar esa violencia contra la mujer que es escandalosa. En sus múltiples facetas, tanto física como psicológica. Creo que se podrá alcanzar esa igualdad que es necesaria para la sociedad porque una sociedad que no está equilibrada no puede caminar con equilibrio, con un cambio de mentalidad y ese cambio sólo se puede conseguir educando desde la cuna con dos valores fundamentales, el de la corresponsabilidad y la solidaridad, no sólo la caritativa, sino la que debemos tener con el prójimo. Los hombres tienen que apoyar esta causa lo mismo que las mujeres si quieren dejar una sociedad sana a sus generaciones futuras. Creo que todos debemos ser un poco más ‘feministas’ porque está en juego el equilibrio de la sociedad’

P.Z: Miriam, llevas unos años al frente de tu cargo… ¿Cómo afrontaste el cambio?

M.C: Siempre fui consciente de que me eligiesen para este cargo era una gran ‘carga’, nunca mejor dicho. Pero lógicamente, cuando uno está comprometido con una institución, como es mi caso, que llevo más de veinte años, pues tiene que aceptar las responsabilidades que le encargan… en mi caso no me presenté a rectora, a mi me hizo este encargo la Conferencia Episcopal y la principal responsabilidad fue aceptarlo en primer lugar y sacar el trabajo lo mejor posible dentro de las limitaciones humanas.

P.Z: El otro día comentaste en el desayuno informativo que te llamaba la atención que a las mujeres siempre os preguntábamos por la conciliación laboral y familiar y a los hombres no… y señalabas que esta es una muestra más de que la desigualdad es evidente todavía en muchos ámbitos y que hasta que no se normalicen cosas como estas, no habrá una igualdad equitativa…

M.C: Sí, estoy segura de que si fuese mi marido el rector, que tiene cuatro hijos igual que yo, no le preguntarían cómo compagina su vida personal y la profesional.

P.Z: Estoy de acuerdo, pero Miriam, seas hombre o mujer, el tuyo es un cargo de mucha responsabilidad y en la que se trabaja gran parte del día…

M.C: Sí, yo simplemente lo que quería hacer notar con ese comentario es que es una pregunta muy oportuna lógicamente, pero que no se hace a los hombres… Sólo el día que hagamos las mismas preguntas a hombres y mujeres, habremos alcanzado ese equilibrio.

P.Z: ¿Te quedan muchas metas profesionales por cumplir?

M.C: A mi personalmente metas profesionales no… soy catedrática desde hace años y ocupo cargo de rectora, no puedo aspirar a algo mayor. Pero sí que me quedan muchas cosas por hacer… por la universidad, por la sociedad, por tantos aspectos… trabajar por la solidaridad. En mi campo específico me quedan muchas cosas por las que reflexionar y estudiar también.

P.Z: Habrán pasado por tus clases hemos dicho más de 1.000 alumnos, Miriam… ¿la docencia te ha dado muchas satisfacciones?

M.C: Muchísimas, mi profesión y la universidad me lo han dado todo, por tanto, aunque ahora sea la rectora y esté sacrificándome, no estoy haciendo nada que no deba porque es lo menos que puedo hacer, devolver a la universidad todo lo que me ha dado.

Muchas gracias por tu tiempo, Miriam y gracias por tu testimonio.

Gracias a ti, Paula.