
PAULA ZORITA
Es la segunda vez que la actriz Carmen Ruiz interpreta ‘La cantante calva’ y en ningún momento dudó en repetir porque según ella misma afirma ‘es un texto que me encanta y una obra de la que no dejas de aprender y descubrir cosas’. Y a pesar de ser el mismo texto, señala que el personaje que hace ahora, no tiene nada que ver con el que hacía en aquel momento con la Compañía Illana en el teatro Alfil. Una obra que según ella misma nos cuenta es ‘existencialismo puro’ y que no deja indiferente a nadie que la ve, a todos remueve de alguna manera.
‘La cantante calva’ trata sobre la incomunicación, la pérdida y destrucción del lenguaje y es fiel reflejo de la sociedad actual, a pesar de ser una obra que data de 1950. Su director, Luis Luque, ha sabido adaptar este texto de Eugène Ionesco a nuestros días. Carmen Ruiz, con la que hemos tenido oportunidad de charlar a modo de previo a la representación del día 4 y 5 de mayo en el Teatro Liceo, comparte cartel con grandes de la escena como Adriana Ozores, Fernando Tejero, Joaquín Climent, Javier Pereira o Helena Lanza. Carmen nos atiende los días previos a estas dos citas en Salamanca que son de las últimas que tienen (les queda por completar León, Gijón y Toledo). Después de acabar la gira volverán a Madrid el 17 de mayo hasta el 24 de junio en el Teatro La Latina.
SBN: La ‘Cantante Calva’ es todo un clásico teatral… ¿qué la hace diferente en este caso y con Luis Luque a los mandos, Carmen?
CR: El mero hecho de que sea una obra calificada como ‘teatro del absurdo’ ya la hace distinta. Se trata de un código interpretativo diferente, el teatro del absurdo es muy distinto al teatro tradicional o clásico, aunque la obra sea un clásico. Es más disparatado, muy divertido… pero siempre hay rigor y verdad en la interpretación, no haciendo ‘el payaso’, siempre con verdad pero más disparatado de lo normal.
SBN: ¿Cómo os desenvolvéis vosotros, que venís de comedia en una obra de este tipo?
CR: Nos van a ver en un código muy distinto a lo que nos pueden ver en televisión o cine o en otras obras de teatro, creo que eso es un plus porque es una comedia pero en realidad es una tragedia. Como te digo, yo ya he hecho este papel y no tiene que ver con el que hice hace tiempo con otra compañía, es muy enriquecedor.
SBN: ¿Cuál está siendo la respuesta del público?
CR: Hay muchos tipos de respuesta, hay gente que entra enseguida en la obra o de repente se sorprenden o ‘alucinados’. Es tan alucinante y absurdo todo… pero es que aparentemente parece que no se dice nada pero se dice mucho, muchísimo. Entonces hay gente que disfruta mucho pero no sabe si se ha enterado de la obra, pero en general la respuesta ha sido buenísima. Hay gente que por ejemplo dice: ‘Yo estaba perplejo pero no podía dejar de mirar’.
SBN: Según el propio autor, esta obra es fiel reflejo de las sociedades modernas, pero hay que tener en cuenta que se trata de una obra de 1950, ¿a día de hoy también es fiel reflejo de la sociedad?
CR: Sí, sí… a día de hoy está muy vigente de hecho porque estamos en una época en la que la vorágine de internet, redes sociales y estas cosas… que se supone que estamos más conectados que nunca pero en realidad estamos más desconectados que nunca. Por ejemplo en una cena y la gente está más pendiente de hacer una foto y subirla a su red social favorita que de cenar y disfrutar de la compañía… suena tópico pero es que es así.
SBN: Entonces… salvando un poco las distancias, pero sí que es reflejo de nuestra sociedad…
CR: Por supuesto, por ejemplo en la obra hay un matrimonio en el que ella habla mucho y él ni la escucha y sólo asiente, hay otro matrimonio que ni se reconoce. Y llegan el bombero y la criada y son los que ponen vida, los que tienen el fuego y la verdad a ver si espabilan estos cuatro que viven anclados en una sociedad que está dormida y muy acomodada, es como el día de la marmota todo el rato. Pasan los años y siglos y todo sigue igual.
SBN: En cuanto a los personajes, cuéntame, ¿qué se encuentra el espectador?
CR: Puff… es que los personajes son ¡’no personajes’! (risas). Dentro de cada personaje están todos los personajes del mundo, entonces es muy curioso. En mi caso… la señora Martin es la mujer del señor Martin (Fernando Tejero) y van de visita a casa de los señores Smith y según llegan les van sucediendo cosas… pero buscan el entretenimiento por entretenimiento, el estar ahí con la mueca congelada de estar contento y es puro paripé de burgués.
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