
El torero salmantino Alejandro Marcos abrió la Puerta Grande de la plaza de toros de Santander tras cortar dos orejas a una corrida con el hierro de García Jiménez. El charro volvía a los ruedos tras superar una grave lesión en el codo derecho, y qué mejor manera de hacerlo que triunfando en una plaza de importancia y con repercusión en el circuito nacional. Alejandro Marcos cuajó dos faenas en las que el temple y el empaque que le caracteriza calaron hondo en el público santanderino.
Destacó el salmantino en un precioso saludo a la verónica al sexto de la tarde, para después ejecutar un quite por tafalleras y cordobinas. Con la muleta, Marcos siempre estuvo por encima de las condiciones del animal, ofreciendo una gran imagen y dejando atrás un mes de intensa y dolorosa rehabilitación de la mejor manera posible, saliendo a hombros por la Puerta Grande del coso de Cuatro Caminos.
Foto: Arjona
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