La Universidad Pontificia de Salamanca ha querido sumarse a la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución Española con un acto académico presidido por la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor Julián.
La rectora de la UPSA, Mirian Cortés Diéguez, ha agradecido a Ana Pastor su disponibilidad por visitar la Universidad y ha querido rendir un homenaje, «no solo al instrumento jurídico excepcional que es la Constitución, sino a aquellos políticos que buscando un bien superior, supieron dialogar, respetar y renunciar hasta encontrar un común denominador». La rectora ha aludido también al papel de los españoles de 1978, «que fueron capaces de apoyar con firmeza un texto constitucional que nos traería libertad, paz y progreso en las generaciones futuras». Cortés Diéguez ha destacado el compromiso de la UPSA con la defensa del Estado de Derecho y de la unidad de España, y ha recordado el aporte de serenidad de los obispos españoles al espíritu de los católicos, «que ayudaron a superar el desconcierto ante lo nuevo y las inevitables tensiones sociales sociales y eclesiales».
La presidenta de la Cámara Baja ha definido la Constitución «no como un concepto abstracto, sino una forma de vivir, cuyos efectos sentimos en todos los actos del día a día», y ha reconocido a la Carta Magna como punto de encuentro entre todos los españoles: «porque hablar de Constitución es hablar de asuntos que definen nuestra vida en común, y que exigen el compromiso de todos para seguir llevando adelante el proyecto de país sobre el que debemos estar de acuerdo». Para Ana Pastor, «la democracia nos permite desarrollarnos libremente como individuos bajo unas reglas del juego claras, gracias a las que podemos hacer uso de nuestros derechos sin perjudicar el de los demás».
Se ha referido también a la legitimidad que recibió la Constitución por parte de todos los ciudadanos, que ha supuesto un periodo de estabilidad política y social. Y ha abogado por «no dejar sin efecto las grandes conquistas que los españoles hemos realizado juntos y que han permitido gozar de una sociedad más libre, más inclusiva, más plural, más diversa y dotada de una mayor calidad de vida».
Para la presidenta, la Constitución ha supuesto también una transformación política sobre la que se han asentado las bases de la libre manifestación de identidad histórica y lingüística de las Comunidades Autónomas. En este sentido, la presidenta ha expresado que «es necesario no permitirse retrocesos e involuciones cediendo a falsas promesas de discursos populistas o nacionalistas, que ponen en peligro un Estado de derecho».
La presidenta ha concluido su intervención refiriéndose al progreso económico y de bienestar social, en el marco de concordia y libertad que marca la Carta Magna. Y también se ha referido a la función que desempeñan las universidades europeas: «lugar de encuentro privilegiado y donde mejor se puede comprender y valorar el modelo de país reflejado en la Constitución».
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