14 marzo 2025

10 consejos para luchar contra las ‘comilonas’

Navidad es sinónimo de tiempo de excesos en cuanto a comida y bebida se refiere. Las reuniones familiares, en su mayoría, se traducen en varios platos de abundante comida que podemos estar ingiriendo durante varias horas, además de nuestros vinos y licores favoritos. En ocasiones, y con frecuencia, todo ello provoca una reacción desagradable en nuestro cuerpo como es la pesadez o el ardor de estómago. Desde aquí te daremos una serie de consejos que te ayudarán a combatir ese malestar en estos días, aunque la mejor recomendación es comer y beber con moderación y sin caer en la tentación de los suculentos manjares que nos esperan estos días en las mesas de celebración.

– Agua con gas: El agua carbonatada ayuda a hacer la digestión. Pero, eso sí, recuerda no dar grandes tragos porque, si no, es posible que acabes teniendo hipo.

– Agua con limón: Si necesitas un chupito digestivo de verdad, añade unas gotitas de limón en un vaso de agua y bébelo despacio. El PH ácido del limón estimula la producción de los ácidos gástricos en el estómago, lo que activa las encimas digestivas.

– Infusiones: Las infusiones de jengibre, poleo menta o manzanilla se antojan fundamentales para hacer una buena digestión. Calman el malestar porque relajan la musculatura abdominal y estomacal.

– Tumbarse sobre el lado izquierdo: Cuando te tumbas sobre este lado, la zona de unión entre el esófago y el estómago se mantiene por encima del nivel de los ácidos gástricos, reduciendo la incomodidad y el ardor.

– Licores digestivos: Puedes tomar el que más te guste: de hierbas, de limón, de café, pacharán, orujo… Son los clásicos a los que se recurre tras una comida abundante. Es cierto que el alcohol que contienen estos destilados favorece la secreción de algunas enzimas digestivas y jugos, lo que aligera y acelera la digestión. Pero, ¡ojo!, si has abusado del alcohol en la cena, evita tomarlos y busca otro remedio, porque de lo contrario provocará el efecto contrario.

– Yogures: Favorecen el tránsito intestinal y reconstruyen la mucosa gástrica, eliminando los ardores y la pesadez intestinal, por lo que pueden convertirse en una opción extraordinaria para poner fin a una de estas comidas de Navidad.

– Helados: Estimulan las funciones de algunos órganos partícipes en el proceso digestivo, como la vesícula, y por tanto aligeran la digestión.

– Frutas cítricas: Mandarinas, naranjas, limones o pomelos son frutas ricas en ácido cítrico, lo que contribuye a la disolución y digestión de los alimentos, y por tanto a aliviar la pesadez estomacal tras una abundante comilona.

– Dar un paseo: Una caminata ligera después de comer puede acelerar tu riego sanguíneo y ayudar al metabolismo a funcionar correctamente. Esta combinación hará que tu organismo procese mejor todos los alimentos que has ingerido. Eso sí, no es nada recomendable practicar ejercicio cardiovascular más intenso, como running, en las dos horas posteriores a una comida copiosa.

– Disfrutar de la compañía y de la comida sin prisas: No debemos pensar que la Navidad es la oportunidad del año para devorar todo lo que no te has comido en los meses anteriores. Por tanto, come despacio, saborea los alimentos, disfruta de la compañía y no tengas prisa por acabarte la mayor cantidad de comida posible. Tu cuerpo te lo agradecerá.

 

¡Feliz Navidad!