
PAULA ZORITA
Si el certamen ‘Destino La Glorieta’ se celebrase durante el mes de agosto también en la plaza de toros de nuestra ciudad, quizá la gente tendría ya que sentarse, como se dice coloquialmente en el mundo taurino, ‘en el palo de la bandera’. Cada día de festejo la gente ha respondido más y más a la celebración de la Tauromaquia. La denomino así porque, lo que ocurre cada noche en La Glorieta, es una celebración para este sector y ejemplo de su buena salud.
Los salmantinos demuestran una vez más que la afición está, sólo hay que despertarla, ayudarla y animarla a acudir a una plaza de toros, y así ocurre con este certamen de novilleros, que nos reconcilia de nuevo con el mundo taurino. Hasta Morante de la Puebla quiso honrar en los tendidos tanto a los participantes de la velada de ayer como a la afición salmantina y pudo disfrutar del mejor ambiente taurino de la ciudad con una plaza abarrotada de juventud, niños e importantes aficionados de siempre.
En cuanto al resultado artístico, hay que señalar que destacó la actuación del novillero local, Valentín Hoyos, quien a la postre cortó una oreja de un novillo de Lorenzo Espioja ante el que se le vieron buenas maneras y mucho gusto. Se acopló bien al natural con su ejemplar y pudo haber cortado dos orejas de no ser por el fallo a espadas. Dejó muy buenas sensaciones el salmantino entre los presentes.
Miguel Polope, de la Escuela Taurina de Valencia, pechó con un ejemplar bravo de Julio García que tuvo mucha movilidad y al que supo aprovecharle las virtudes con buen hacer, también paseó una oreja. El tercero de la noche, de El Carmen, resultó un novillo que, aunque demostró muchas complicaciones, encontró a un oponente muy firme y con oficio, Jorge Martínez, de la Escuela Taurina de Almería, quien supo tocar las teclas oportunas para hacerle faena. Finalmente también cortó una oreja. Cerraba plaza el novillero de la Escuela de Colmenar, Isaac Fonseca con un novillo de Orive con el que estuvo acoplado por momentos y al que toreó con gusto en varios pasajes de la lidia, una faena que erró con los aceros. Aun así el cariñoso público premió su verdad con una oreja.
Más historias
Raúl Rodríguez, el sastre salmantino de los toreros
Juan José Diez: ‘Cuando supe que había ganado El Timbalero, fue la primera vez que me quedé sin palabras’
Emilio de Justo será quien inaugure la temporada en Castilla y León en el Festival de Valero