
PAULA ZORITA
Vivimos en tiempos en los que la ‘lucha’ por la máxima inclusión en la sociedad de personas con discapacidad sigue latente y no es todavía una ‘batalla ganada’. Son muchas las agrupaciones que trabajan duro para que los derechos de estas personas se igualen a las del resto de la sociedad, éste es el caso de Asprodes Salamanca, que tiene como fin la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y sus familias. En esa particular lucha existen parecelas específicas que ayudan y mucho a que estas personas consigan poco a poco ese pleno derecho, y en concreto hemos querido conocer en este caso más a fondo el mundo de la lectura fácil de mano de Raquel Blaya, María José Martín, Pilar Hernández y Mila Marcos, quienes nos han recibido para contarnos en qué consiste y cómo trabaja este grupo de lectura fácil dentro de la asociación.
Partimos de la base de que la lectura fácil no sólo está destinada a personas con discapacidad, sino que también se pueden beneficiar de ella personas mayores, extranjeros, inmigrantes… todo aquel que forma parte de ese 30% de la población que tiene dificultades de comprensión lectora. Es por esto que el trabajo de adaptación de textos, libros, trípticos, etc. tiene una mayor importancia y más alcance del que podamos pensar a priori. El proyecto que Mila, Pilar, Raquel y María José tienen entre manos comenzó en 2013 y se ha ido desarrollando siempre para buscar esa accesibilidad cognitiva que es necesaria en todos los ámbitos; tanto en formación, información como cultura. ‘Hemos visto esa necesidad, -aclara Pilar- y se ha trabajado desde aquí para satisfacerla y que los documentos sean accesibles, así como la información que en ellos se da’. El último trabajo de este equipo de adaptadoras es la adaptación a lectura fácil de los trípticos de los monumentos Scala Coeli, Jeronimus y San Millán, pero han llegado incluso a adaptar tres cuentos de Unamuno.
SBN: Me habláis de que entorno a un 30% de la población tiene dificultades de comprensión lectora…
– Sí… nos encontramos con que no todo el mundo comprende las noticias que lee en un periódico, documentos de salud, a nivel judicial también, por ejemplo sentencias, que para todos son dificultosas de comprender. En los colegios igual. Los niños y jóvenes que se encuentran con que la lengua es muy complicada con párrafos muy extensos, subjuntivos, metáforas y no es fácil de comprender para ellos. Lo que se busca con la lectura fácil es acerccar la comprensión a todas las personas.
SBN: Desde este grupo de trabajo dentro de Asprodes, buscáis, como me habéis comentado, facilitar esa accesibilidad cognitiva…
– Por supuesto, creemos que es necesaria en todos los ámbitos. Hemos visto una necesidad clara y se ha trabajado para satisfacerla. En nuestro caso, las personas con discapacidad somos un grupo más que nos beneficiamos de utilizar la lectura fácil en esa búsqueda de esa necesidad de la accesibilidad cognitiva, que entornos y espacios sean comprensibles para todas las personas. Que llegues a un lugar y te diriges a un espacio y cuando llegas te encuentras con una información accesible. Además de que es un derecho para las personas acceder a la información.
SBN: Además de adaptar textos, ¿en qué consiste este trabajo por facilitar esa accesibilidad cognitiva dentro del centro?
– Utilizamos la lectura fácil porque tenemos clubes de lectura en Las Conchas o Torrente Ballester. Hemos llegado a leer libros que en formato original son complicados y de esta manera sí que se han acercado más. Tenemos personas en el centro que llevan cuatro años en estos clubes y engancharlos a los libros ha sido y es una gran satisfacción para nosotras. Ellos disfrutan leyendo porque los entienden, aprenden y disfrutan además de que les ayuda a abrir sus relaciones sociales y a moverse en un entorno comunitario como puede ser una biblioteca.
Es un proyecto con distintos objetivos, -continúa -. Es amplio porque vas a estar en un espacio comunitario, vas a disfrutar de una actividad que antes estaba cerrada y ahora es accesible. Es un grupo y juntos aprenderán vocabulario nuevo, a relacionarse entre compañeros y con el personal de la biblioteca que empieza a acostumbrarse a ver a personas con dificultades lectoras que antes no pasaban por allí. Eso nos permite poder cumplir ese objetivo de la inclusión y participación.
SBN: Porque para vosotras, esa es la clave, cumplir con ese objetivo de inclusión y participación…
– Está claro, nuestra mayor satisfacción es poder cumplir los objetivos que nos hemos marcado y luchamos porque las personas con discapacidad disfruten de los derechos que tienen como cualquier otra persona. Trabajamos para conseguir que esos derechos se cumplan y su calidad de vida mejore. Estamos en la lucha porque queda mucho camino por recorrer y todavía se ven un paso por detrás del resto de la sociedad, pero sí se aprecia cierta sensibilización. En general, un defecto que tenemos las personas, es que no nos damos cuenta de la pluralidad que hay en la sociedad y que la constituimos todos. Cada uno tenemos nuestras dificultades y debemos conseguir que todas las personas sean ciudadanos de pleno derecho.
SBN: Retomando el tema de la lectura fácil… ¿Qué es lo que hay que tener en cuenta para hacer una guía o un texto de lectura fácil?
– Una serie de normas a la hora de hacer los documentos, claramente. Normas que tienen que ver con la forma, con el contenido, con la forma de escribir que están pautadas y regladas. Hay que tener en cuenta que no sólo hacemos guías, sino también textos, trípticos… Reguladas por la IFLA e ‘Inclusion europe easy to read’ que regulan cómo debe ser un texto y cómo debe estar escrito. Tanto en forma como en contenido y si los textos, en el caso de los trípticos encargados por la oficina de turismo por ejemplo, tienen imágenes, tenemos que tener en cuenta que se tienen que adaptar correctamente a ellas los textos. Ese trabajo, por un lado es la adaptación de texto y segundo paso es la maquetación son los dos pasos que hay que tener en cuenta en caso de que el documento nos lo envíen.
SBN: Supongo que será un trabajo que requiere mucho tiempo…
– Estos proyectos requieren mucho tiempo porque no es sólo leerlo, hay que comprenderlo, hacer un borrador, hacer todos los cambios y requiere mucho tiempo. Una vez que está terminada la parte de adaptación es muy importante la validación que es leer y comprobar que está bien adaptado porque se comprende bien. La hacen personas con dificultades de comprensión lectora o con discapacidad.
SBN: ¿Cuándo se da por finalizado el trabajo?
– Dentro de Asprodes el equipo lo formamos tanto adaptadores como validadores porque sin ellos no estaría terminada la adaptación. Los validadores tienen que revisar si se puede cambiar una palabra por otra, si hay que rehacer alguna frase porque no se entiende, etc. Es importante también la parte de maquetación. Nuestros equipo de validadores se completa por Raúl Sánchez, Inés de la Calle, Esperanza Porro, Martín García, Joao Do Santos y José Ramón Martín. Si tan sólo uno de ellos no comprende algo de los textos que estamos adaptando, ya habría que cambiarlo, su trabajo es fundamental y muy importante para completar el nuestro.
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