13 marzo 2025

PAULA ZORITA

‘Lleva veinte años y no está cansado de soñar…’. Domingo López Chaves atravesó ‘la frontera’ que era hoy la Puerta Grande de La Glorieta y encontró ‘su hogar, su mundo y su ciudad’. Esos veinte años de alternativa que hoy se cumplían no pueden detener sus ‘ansias de volar’ y en volandas fue hacia esa afición salmantina que lo esperaba para homenajearlo con el mayor cariño posible, el que merece un torero que llega a su madurez habiendo cumplido siempre con su profesión con un compromiso admirable a todas luces. El ledesmino soñaba con este día después de varios años sin pisar ‘su plaza’, y sabía que el secreto era disfrutar de ese reencuentro con ella para hacer disfrutar a su afición. Retumbó la ovación al término del paseíllo que el respetable brindó a Juan José Padilla, quien se despedía hoy de la plaza de toros de Salamanca, y por supuesto, a Domingo López Chaves. Esa ovación supo a despedida, a reencuentro y a sensibilidad. El comienzo de la tarde hizo augurar lo mejor, y, aunque el juego de los toros de El Puerto de San Lorenzo en ocasiones no dejó brillar a los toreros, la emotividad se palpó en el ambiente por momentos.

Se adivinaba por la sonrisa con la que llegó Domingo López Chaves al patio de cuadrillas que afrontaba esta tarde de su veinte aniversario libre de presiones y con la única pretensión de ‘saborear’ cada uno de los momentos que iba a vivir. Estrenó terno, salmón y oro, un tacazo de traje, y atendió a cada una de las personas que le pidió una fotografía o una firma. Se le veía feliz. Agradecido fuera y agradecido dentro del ruedo. Por eso hizo un esfuerzo incalificable por extraer por momentos agua de un pozo vacío y por hacer faena a sus dos oponentes. Su primera labor destacó por haber sabido manejar bien los tiempos y las distancias y por ir a más en transmisión, sobre todo por el pitón derecho, por donde el noble de El Puerto, aplaudido a la postre en el arrastre, tuvo más recorrido. Así es como abrió media hoja de la Puerta Grande, cortando la primera oreja. Con el segundo, el ledesmino estuvo como quien lleva cuatro años de alternativa, con esas mismas ganas de triunfar e inventar una faena aunque no la viésemos tan clara. Fue paciente y perseverante, y supo tocar las teclas oportunas del de El Puerto para que embistiese finalmente por donde él quiso, el estocadón puso al público de acuerdo para pedir la oreja que le abrió la otra hoja de la Puerta Grande.

Por su parte Padilla fue el único de los dos que completaban la terna (el tercero fue el mexicano Luis David Adame), en tocar pelo. Ante su primero optó por abreviar al no encontrar respuesta para el lucimiento que él esperaba, pero se resarció con su segundo. El cuarto de El Puerto fue el mejor toro del encierro y el jerezano logró pasajes importantes desde el tercio de banderillas, pasando por un vibrante inicio de rodillas ya con la muleta y firmando finalmente series por ambos pitones. Tras un final en cercanías, mató de una gran estocada y cortó una oreja que paseó en la que sería su última vuelta al ruedo en La Glorieta. Luis David Adame no logró triunfo alguno hoy en Salamanca. El tercero de la tarde lo cogió de fea manera al rematar el saludo capotero aunque sin consecuencias. Continuó la lidia con la franela que no cogió el vuelo esperado a pesar de la nobleza de el del Puerto. Con el que cerró plaza lo intentó estrellándose finalmente, en este caso muy condicionado por el toro, con el que no pudo lucirse.

Hoy hubo un protagonista en La Glorieta y, de nuevo es salmantino. López Chaves, nunca te canses de soñar y ¡a por otros veinte años, que no son nada!, ¡enhorabuena!.