12 marzo 2025

El salmantino Juan del Álamo, única vuelta al ruedo en la octava de San Isidro

Juan del Álamo abrió plaza dando una vuelta al ruedo, que a la postre sería la única, tras pasaportar a un primer toro de El Pilar que no se lo puso siempre fácil. El salmantino incluso recibió una fortísima voltereta ya en el trasteo de muleta mientras lo toreaba con la zurda; un trasteo en el que sobresalieron tandas de buen gusto y emoción sobre todo por el pitón derecho y que resultó en conjunto de gran altura. Tuvo que pasaportar al tercero (el que hirió a Gonzalo Caballero) y tomó la responsabilidad de matar el cuarto y el que cerraría plaza.

Firmó una notable labor ante el cuarto de El Pilar al que entendió a la perfección y con el que logró momentos de conjunción sobre todo por el pitón derecho, por donde del Álamo acompañó las embestidas del animal y haciendo poco a poco al toro y la faena y construyéndola a base de tiempos y tener las ideas muy claras. Remató por trincherillas de mucho gusto y el toro no se lo puso fácil al entrar a matar, momento en el que no descolgó un ápice ni ayudó al torero. Dejó una estocada tendida y su labor fue silenciada.

El que cerró plaza fue el único que se dejó torear de capa y Juan del Álamo lo aprovechó para firmar un saludo capotero a la verónica de mucha transmisión. Los tiempos fueron la clave de la faena del salmantino al que cerró plaza. Del Álamo tuvo paciencia e intentaba pulsear las embestidas descompuestas del toro aunque no logró que la faena cogiese vuelo por las escasas condiciones del animal. Mató de estocada entera y el público silenció su labor.

El segundo de la tarde se lo puso muy complicado a José Garrido desde su salida con la capa, en la que recibió un topetazo tras ser sorprendido cuando el toro cambió el recorrido y lo arrolló propinándole un fuerte golpe en la cara. Ya en el trasteo de muleta, el de El Pilar no se entregó y llevó siempre la cara suelta, algo que complicó la ligazón y la belleza de la faena. El pitón izquierdo fue algo mejor y Garrido logró extraerle lo poco que tuvo. Su labor fue silenciada. Y el quinto se lo puso más aún. El de El Pilar resultó ser un toro violento, descompuesto y muy cambiante; algo que dificultó el trasteo del extremeño y por tanto el lucimiento. A Garrido sólo le quedó fajarse con él y mostrar mucha firmeza. De nuevo vio silenciada su faena.

El tercero de El Pilar fue muy complicado en los primeros tercios de la lidia, cuando incluso puso en apuros a los subalternos. Pero luego, ya en la muleta de Gonzalo Caballero cambió y por el pitón derecho le bridó buenas embestidas. Con el izquierdo cambió, puesto que se frenó y no quiso pasar. Caballero lo intentó en las distancias cortas y con un final por circulares calentó los tendidos. Resultó cogido y herido mientras lo estoqueaba en el muslo izquierdo.

FICHA: Toros de El Pilar, de juego desigual y complicados en su conjunto. Juan del Álamo: vuelta al ruedo, silencio y silencio en el que mató por Gonzalo Caballero. José Garrido, silencio y silencio y Gonzalo Caballero, herido en su primero.

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FOTOGRAFÍAS: PLAZA 1