3 abril 2025

Tres ‘Charros’; pero uno, de Salamanca

PAULA ZORITA

México tiene un emblema nacional personificado: El Charro. Es ese jinete que practicaba la ‘charrería’, deporte nacional del país y que por ende se relaciona directamente con él cuando algún mexicano aparece en algún lugar. En Salamanca, los charros somos todos. No es un deporte nacional, ni está relacionado con una práctica, sino es más bien un sentimiento. Se es charro simplemente por pertenencia a Salamanca y es charro nuestro campo, nuestros botones, o nuestra filigrana de plata. Hoy en el coso de la Glorieta había tres charros… Dos de México y uno, ‘charro, charro’, de Diosleguarde, de Salamanca. A la postre el triunfador numérico del festejo.

Manuel Diosleguarde cortó una oreja, o más bien la arrancó, al segundo de su lote en una tarde en la que el frío se había apoderado de los tendidos. Un frío también muy charro y que todos conocemos y que aún más gélido se quedó todo cuando además le devolvieron dos novillos al salmantino. Manuel no se achicó y logró apaciguar los ánimos de todos realizando la faena más destacada de la tarde. El frío intenso se tornó templado cuando Diosleguarde firmó una faena muy cabal y de momentos con gran ligazón por ambos pitones. Derrochó actitud durante toda la tarde y no se dejó nada en el tintero delante de sus paisanos que premiaron su labor con una oreja que bien pudo ser repetida por su notable faena que obtuvo ante su primer oponente y que marró con el acero.

Los tres charros estuvieron por encima de la novillada debutante en la Glorieta y una oreja no es lo único destacable de una tarde en la que debemos quedarnos con muchos detalles; entre otros, el arrojo y el valor incalculable que derrocha Diego San Román; el gusto de Manuel Diosleguarde y su templanza; y la gran prestancia y la disposición en todo momento de Miguel Aguilar.

Diego San Román ‘dio miedo al miedo’ con el que abrió plaza; un novillo complicado de lidiar con el que el mexicano expuso sin contemplaciones. Ante el cuarto, uno de Casasola con la fuerza justa elaboró una faena basada en las cercanías y arrojo. Por su parte, Miguel Aguilar, quien sabe lo que es triunfar en esta plaza, pues así lo hizo en las novilladas de Destino La Glorieta celebradas el pasado año, también se fue de vacío y tampoco hace justicia a la tarde que ha ofrecido. Toreó encajado y con tandas largas a su primero y un final de manoletinas de rodillas fue de lo más jaleado del festejo y quizá el fallo con los aceros también hicieron que todo quedase en menos de lo que merecía. Con su segundo, Aguilar también rayó a gran altura y quiso agradar en todo momento al respetable. Quizá también matar al segundo intento, dejó todo en ovación.

Ficha: Plaza de toros de La Glorieta. Media entrada. Novillos de Casasola de juego desigual; 5º y 5º bis devueltos. Diego San Román, silencio y silencio tras aviso; Manuel Diosleguarde, ovación tras aviso y oreja y Miguel Aguilar, ovación y ovación tras aviso.

VÍDEO DE LA NOVILLADA QUE ABRIÓ LA FERIA TAURINA VIRGEN DE LA VEGA 2019

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FOTOGRAFÍAS: DANIEL TAPIA