Medio centenar de escolares pertenecientes a los colegios de Santa Catalina y San José cambiaron ayer los lápices por las cantimploras y los cuadernos por sus gorras para acudir a una clase muy especial para ellos. Los ganadores del VI Concurso “El toro bravo: un rito” convocado por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes visitaron como premio la ganadería de José Cruz, perteneciente a la Unión de Criadores de Toros de Lidia, donde bajo las sabias directrices del ganadero Rafa Cruz, conocieron de primera mano cómo se cría y cómo vive un toro bravo desde su nacimiento hasta el momento de su lidia.
Los pequeños aventureros no dudaron en subirse al remolque que los llevaría por todos los cercados de la preciosa finca ‘Cabezal Viejo’, atendiendo las explicaciones del ganadero y realizándole todo tipo de cuestiones que les surgían a medida que conocían los entresijos de la dehesa charra. Gracias a esta magnífica iniciativa del Ayuntamiento de Salamanca en colaboración con el Museo Taurino, los escolares vieron y disfrutaron en directo aquello que meses antes habían plasmado en sus dibujos y en sus redacciones.
Entre los componentes de la expedición se encontraba Marco Pérez, el alumno más aventajado de la Escuela de Tauromaquia, y que también fue premiado en el concurso con una mención especial en el concurso de redacción. La joven promesa del mundo de la tauromaquia fue un tripulante más en el remolque que surcó el campo bravo salmantino, contemplando el incomparable paraje que depara esta prestigiosa ganadería charra y quien sabe si soñando su faena perfecta ante uno de esos ejemplares que pastan en ‘Cabezal Viejo’.
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