
Salamanca ha organizado la quinta edición de la ‘Gran recogida de leche, Ningún niño sin bigote’, que se pone en marcha con el creciente reto de abastecer a familias en riesgo de exclusión social. En Salamanca, los bancos de alimentos atienden a 7.401 personas, y de forma especial a niños y niñas que tienen dificultades para acceder regularmente al consumo de alimentos básicos para una dieta equilibrada, como la leche.
Más concretamente, uno de cada tres menores (28,3%) se encuentra en riesgo de pobreza en España, según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social que indica el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (AROPE, por sus siglas en inglés). De este modo, los Bancos de Alimentos necesitan duplicar las provisiones de leche para abastecer a todas las personas que acuden cada día.
En 2018, los Bancos de Alimentos distribuyeron 32,5 millones de litros de productos lácteos (incluye leche, yogures y natillas, pero no quesos) lo que, sin embargo, se considera una cifra insuficiente ante la persistente pobreza alimenticia. En Salamanca, se recogieron 10.305 litros con la acción solidaria ‘Ningún niño sin bigote’, lo que supone la mayor aportación del año de lácteos al Banco de Alimentos. En total, la campaña alcanzó el récord histórico de 1,5 millones de litros de leche en toda España. Gracias a esta cantidad, más de 30.000 familias, lo que equivale a 120.000 personas en riesgo de exclusión social, que pudieron acceder a este alimento durante tres meses.
El presidente de la Fundación Bancaria “la Caixa”, Isidro Fainé, ha señalado: “Asegurar una nutrición completa para todos los niños y niñas es la base para romper el círculo de la pobreza desde la primera infancia. Solo con una dieta equilibrada, los menores podrán prestar toda su atención en la escuela y desarrollarse plenamente, física, social y emocionalmente, algo fundamental para conseguir una igualdad de oportunidades”.
Lo que es una vergüenza es que no controlen a quien reparte en rural sobre todo y gente pasando hambre.
Vigilen ustedes quien se lo lleva y que hacen con ello después.