Un triunfo para cerrar una fase regular de récords en Perfumerías Avenida. Las charras sacaron un encuentro loco ante un Snatt´s Sant Adriá que se jugaba la vida y lo dio todo, 60-63, para concluir la liga regular con un triunfo que sirve para igualar el mejor récord histórico de las charras y, como premio, convertirse en la mejor defensa jamás registrada en liga regular en la historia de la competición. Las catalanas pusieron todo el encuentro más corazón, como es lógico, ante un Avenida más relajado ante la falta de exigencia matemática. El desacierto y las pérdidas, eso sí, fueron una constante en ambos bandos. Dos momentos de inspiración de Jewell, autora de 18 puntos, fueron claves para asegurar el triunfo.
No es fácil ser juez cuando el rival se juega la vida. Sant Adriá sólo tenía una bala y la jugó de la mejor manera, aportando toda la intensidad posible y jugando veloz, a veces hasta sin demasiado control desde el inicio. Charras y lilas se intercambiaban errores y aciertos, canastas anotadas y erradas, pero la igualdad no se rompía de ninguna forma. El choque se enfangaba cuando llegaba el final de parcial hasta que llegó el primer momento de brillantez de Loyd, anotando dos triples consecutivos, en un intercambio al que entró Parks, para terminar 18-21 el parcial.
Rotando mucho, como era preceptivo, las entradas y salían producían cierto desbarajuste en el juego charro, imposible seguir de esta forma un guión reconocible, entrando en la dinámica de locura de Sant Adriá, que usaba posesiones cortísimas abusando, seguramente, del tiro de tres. Sin embargo, surtía efecto ante un equipo charro que ya por entonces dejaba entrever su cruz hoy, sus fallos debajo de canasta que impidieron siquiera llegar al 35% de acierto de dos. Se estiró Avenida, que llegó a gozar de hasta nueve de renta, en un momento de inspiración defensiva pero lo neutralizó Sant Adriá antes del descanso para dejarlo todo abierto, 34-37.
Esa igualadad ya no se disiparía en todo el encuentro. La reanudación fue un claro reflejo del cúmulo de errores en ambos lados en que se había convertido el choque, incapaces de anotar durante muchos instantes ambos equipos que sólo encadenaban pérdida tras pérdida. Lo aprovechó Sant Adriá con dos triples desde su casa de Simmons para ponerse por delante por primera vez, aunque la réplica fue instantánea de Loyd con siete consecutivos, aunque el choque no se iba a decidir hasta casi la bocina final, 51-52.
Seguramente los nervios y la precipitación jugaron un mal papel a las locales en los instantes definitivos, tratando de buscar heroínas antes de tiempo. La lesión de Coulibaluy instantes antes no ayudaba a relajar el ambiente, dejando a todos ciertamente preocupados ante sus gestos de dolor. El que puso más calma, ligeramente, terminó llevándose el partido y ese fue un Avenida que, sin estar brillante al final, estuvo con más oficio. El resultado condenaba a Sant Adriá, que se despedía peleando de pie y con su grada entregada y otorgaba a Avenida el récord defensivo y un nuevo triunfo antes de comenzar el asalto al título, desde el miércoles, ante Mann Filter.
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